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Mostrando entradas de junio, 2015

El último hombre de la Tierra: capítulo 5 (y último, por ahora...)

El último hombre de la Tierra y su nueva acompañante encienden una hoguera para calentar la comida y caldear el ambiente. Los dos están inmersos en sus pensamientos, los dos tienen la mirada perdida en la danza de las llamas. Jack, mirando fijamente el fuego, rompe el tenso e incómodo silencio que reina en la habitación.    -   Alice.    -   Dime.    -   ¿Dije algo entre sueños, cuándo estaba inconsciente? - musita él levantando la mirada, con el semblante serio.    -   Sí. Empezabas a gritar “¡Despierta, despierta!”. Y continuabas diciendo, en un susurro “Melanie, aguanta. Ya voy.”, y volvías a gritar “¡Jack, levántate y haz algo de provecho!” - le mira fijamente a los ojos y musita:    -   En esos momentos, empezaba a recorrerte la frente, un sudor frío terrorífico. Te subía la fiebre hasta las nubes. Me tenías preocupada, Jack. Muy preocupada, Jack. Muy preocupada. El silencio invade nuevamente la habitación. Esta vez, se encarga Melanie de echarlo.    -

El poema de la semana

Del 22 al 26 de junio LA VIDA SENCILLA Llamar al pan y que aparezca sobre el mantel el pan de cada día; darle al sudor lo suyo y darle al sueño y al breve paraíso y al infierno y al cuerpo y al minuto lo que piden; reír como el mar ríe, el viento ríe, sin que la risa suene a vidrios rotos; beber y en la embriaguez asir la vida, bailar el baile sin perder el paso, tocar la mano de un desconocido en un día de piedra y agonía y que esa mano tenga la firmeza que no tuvo la mano del amigo; probar la soledad sin que el vinagre haga torcer mi boca, ni repita mis muecas el espejo, ni el silencio se erice con los dientes que rechinan: estas cuatro paredes -papel, yeso, alfombra rala y foco amarillento- no son aún el prometido infierno; que no me duela más aquel deseo, helado por el miedo, llaga fría, quemadura de labios no besados: el agua clara nunca se detiene y hay frutas que se caen de maduras; saber partir el pan y repartirlo, el pan de una verdad común a todo

Textos finales (II): "Los tres deseos".

Suelen decir que hay que tener cuidado con lo que deseas, pues puede volverse en tu contra o no resultar como esperabas... Después de cenar, Marisa se fue directa a su cama. En vísperas de su cumpleaños solo pensaba en sus deseos, ya que en su pueblo tenían una costumbre milenaria de conceder un deseo el día del decimoctavo cumpleaños de cualquier persona que hubiese nacido y permaneciera viviendo allí, después de este, tenían el resto de su vida para decidir qué otros dos deseos querían pedir. Una vez pensado, acudirían al ayuntamiento del pueblo, donde les harían realidad cualquier anhelo, siempre que fuese posible.  Solo se le ocurrían cosas absurdas: un coche, dinero, un enorme armario repleto de ropa... de pronto comenzó a pensar en su futuro y creyó tenerlo claro. Toda su familia y sus mejores amigos estaban en su casa en un día tan importante, dieciocho años solo se cumplen una vez y no siempre tienes la oportunidad de conseguir lo que más deseas. - ¡Ya

Textos finales (I): "Carta de despedida".

  Hoy es quince de noviembre de 2057, me llamo Abril y esta es mi carta de despedida. Sí, no habéis leído mal, de despedida. Soy nacionalmente famosa, y cada día más gente se ofrece para ser mi amigo. ¿Quién no querría una vida así de perfecta? Pues bien, no es tan perfecta como parece, y yo sé a conciencia, que ya no la quiero. Para que podáis entender el por qué tengo que contaros varias historias de un diario que he estado llevando desde los ocho años. 17 y 16 de agosto de 2015, dieciséis años. El tren de las doce estaba cada vez más cerca, pero aún no me alcanzaban los faros delanteros para que el conductor pudiera notar que yo estaba allí. Mis manos tiraban de todas las formas posibles del cordón de mi Converse negra favorita, que había quedado enganchada bajo las vías. No conseguía sacarlo, y tampoco podía mover el pie dentro de la zapatilla. De tanto tirar del cordón y del número de más que tenía desde que las compré, sacar el pie de ella era prácticamente impos

Final de la II edición del Concurso de Microrrelatos: ganadores y clasificados.

PRIMER CICLO: GANADOR: Jorge Picado Cariño, 2º ESO E      Tras su fallecimiento todo el mundo quiere rendirle un homenaje, aunque, sin duda, el mejor homenaje será continuar con el proyecto que él había comenzado.      Fue un deportista excepcional. Todos sus seres queridos lloran. En ese momento tan triste, algunos de ellos recuerdan el más flagrante de sus aciertos, la decisión de abandonar su cómoda vida para ayudar con su dinero y con su trabajo a los niños africanos. Con siguió lo que se había propuesto, salvar de la guerra y dar una oportunidad de futuro a los niños más necesitados.      Ahora lo más importante es continuar su gran obra. CLASIFICADA: Lucía Medina Moreno, 2º ESO B 17 de enero de 1957 La profesora de Lengua entra a clase, se prepara para comenzar y pregunta... Queridos alumnos, quiero que recordéis aciertos de vuestra vida. Algunos de ellos recuerdan el más famoso de sus aciertos, pero otros, como Sara, ni se volvieron ¿Aciertos de mi vida? ¿Qu