Ir al contenido principal

Entre son et sens



Hoy tenemos el honor de albergar en nuestro blog una creación de nuestra querida compañera Rosalía Montoya, "L'éveil du printemps".

Les champs de coquelicots, Gustav Klimt



L’ÉVEIL DU PRINTEMPS 


Il approche déjà, on le ressent 
Dans l’air, dans le sol, dans les senteurs. 
Humble tel les violettes, d’abord; 
Soudain, il devient fier, insolent, 
Et se métamorphose en couleurs. 


Après la léthargie de l’hiver, 
La sève renaît de son linceul. 
Bourgeons et brillantes feuilles, 
C’est la vie entière qui s’éveille, 
Offrant à la terre sa douceur. 


Éclat violent de la nature, 
Myriade de vivaces fleurs. 
Tout est transformé en verdure, 
Immense tapis de splendeur, 
Mais…seulement un temps perdure! 


Rosalía Montoya (Abril 2017)

Le jardin à Pontoise, Camille Pissarro

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Recuerdos de mi infancia enredados están". Poemas ganadores.

PRIMERA CATEGORÍA  Aquellos Días de mi niñez cuando me trataban de educar millones de historias inventé  y sobre todo: preguntas sin cesar. ¿Porque el techo es gris? ¿Porque es ahora azul? Esto se llama libro y se usa así ¿Que soy yo?,¿quien eres tu?  -De la Vida un aprendiz-   Joan Gómez Casanova, 2º ESO B Recuerdos de mi infancia enterrados están, en mi memoria se encuentran, no están en el desván. Cuales buenos eran los intentaré buscar, en mi mar de recuerdos, recuerdos serán. Recuerdos de mi infancia enterrados están, y ya sé donde buscar. En mi memoria y en fotos los voy a encontrar, los de mi infancia ya sé donde están, no están ni en un libro ni tampoco en el sofá. Cuales buenos eran encontrados están, mas los malos en mi memoria no se encontrarán, en fotos y en libros tal vez estarán, entonces ellos arderán, porque lo que pasó en el pasado allí se ha de quedar, en mi mar de recuerdos, recuerdos serán. Mis amigos y familia no sé si se acordarán, pero lo

Ven, que te dé un verso: Emily Dickinson, "Temo a la persona de pocas palabras".

Temo a la persona de pocas palabras. Temo a la persona silenciosa. Al sermoneador, lo puedo aguantar; Al charlatán, lo puedo entretener. Pero con quien cavila mientras el resto no deja de parlotear, con esta persona soy cautelosa. Temo que sea una gran persona. Emily Dickinson , El viento comenzó a mecer la hierba